Una fecha para recordar a quienes ya no están, apoyar a quienes viven con VIH y reforzar nuestro compromiso con la salud pública. Desde 1988, esta conmemoración nos invita a reflexionar, actuar y mantener viva la solidaridad.
El Día Mundial del SIDA también nos recuerda el profundo impacto social y humano de esta epidemia. Millones de vidas se han perdido, dejando huellas significativas en familias y comunidades. Por eso, este día es un llamado a la memoria, a la empatía y a la acción conjunta: acompañar a quienes viven con el virus y trabajar para que la mortalidad por SIDA sea parte del pasado.
En 2025, el lema es contundente: “Cero muertes por SIDA en 2030”. Un compromiso global que nos invita a transformar el dolor en esperanza y a seguir fortaleciendo la prevención, el acceso al diagnóstico y el tratamiento oportuno.


